La terapia bioenergética es una disciplina psicocorporal que te invita a explorar la profunda conexión entre tu mente y tu cuerpo. A través de ejercicios físicos y técnicas de respiración, esta poderosa herramienta te guía en un viaje para identificar y liberar las tensiones crónicas y las emociones atrapadas que residen en tu organismo.
Al desbloquear estas memorias corporales, la bioenergética facilita una mayor integración entre tus pensamientos, sentimientos y sensaciones físicas. El resultado es una sensación renovada de vitalidad, un aumento de la conciencia corporal y un camino hacia un bienestar integral más profundo.
Si buscas una vía para transformar tu relación contigo mismo y experimentar una mayor armonía interna, la terapia bioenergética te ofrece un enfoque holístico y efectivo.
Sus orígenes se remontan a 1950, es un método psicoterapéutico creado por Dr Alexander Lowen, médico y psicoterapeuta.
En el año 1956 se fundó oficialmente el Instituto de Análisis Bioenergético en New York.
Dr. Alexander Lowen a partir de los estudios con su maestro W Reich, concluye que mente, cuerpo y energía vital funcionan como una unidad y, por ello, su interacción entre sí, es lo que condiciona el bienestar de una persona.
Es un tipo de terapia que se enfoca en la energía vital que fluye a través del cuerpo.
Ayuda a desbloquear partes del cuerpo que se encuentran rígidas o desequilibradas.
Existen dos principios básicos:
- Cualquier limitación de la motilidad es tanto el resultado como la causa de dificultades emocionales, apareciendo como el resultado de conflictos infantiles no resueltos.
- Cualquier restricción en la respiración es tanto el resultado como la causa de una ansiedad. Si las situaciones que producen ansiedad persisten, la dificultad para respirar se convierte en rigidez torácica y tensión abdominal.
El terapeuta hace un análisis del cuerpo y el carácter de la persona para detectar malestares que conllevan a la tensión del cuerpo.
El objetivo es liberar bloqueos a través de la estimulación del cuerpo energético con dinámicas específicas para cada carácter y persona.
Los pilares básicos:
El arraigamiento o enraizamiento:
Capacidad de la persona de estar en pie, en contacto con la realidad. Se realiza por medio de un ejercicio en el que, flexionando las rodillas, éstas recuperan un juego que modifica la posición del cuerpo, desplazando el peso a las plantas de los pies y recuperando la movilidad en las caderas. El contacto con la tierra es como una válvula de seguridad a la hora de descargar el exceso de excitación.
Observando la respiración se localiza los bloqueos. Ayuda a aflojar las tensiones musculares.
La voz:
La contracción muscular en la garganta además de bloquear la respiración dificulta notablemente la expresión natural de la voz. Es muy habitual escuchar la expresión ante el miedo “no me salía la voz del cuerpo”
Los ejercicios Bioenergéticos:
Ejercicios corporales como los estiramientos de las extremidades y movimiento pélvico para liberar el cuerpo y aumentar la energía vital, por medio de ellos las corazas musculares llegan a situaciones límites que logran romper las defensas y conectar con la emoción. Se sabe que cuando una emoción se reprime en la mayoría de los casos se somatiza, lo que hace que no entendamos la enfermedad.
Las contracciones musculares (corazas):
Paralizan y reprimen la emoción al hacerse crónicas; A su vez estas contracciones bloquean la respiración natural del individuo.
Tres aspectos fundamentales que muestran la salud de la persona:
- Gracia en los movimientos.
- Belleza en las formas, armonía.
- La vivacidad de la expresión.

La idea de la terapia bioenergética es ayudar al paciente a ser más libre, a tener más energía, a sentir más placer y disponer de una capacidad mayor para funcionar bien. La clave: ampliar el sentido de sí mismo como persona en el mundo.
